Si bien es cierto que los científicos e investigadores cosméticos
se esmeran todos los días por brindarnos los mejores resultados con sus fórmulas,
la madre naturaleza también nos da un sinfín de opciones para consentirnos, el
asunto es que la vida cotidiana no permite que elaboremos nuestro jabón,
shampoo, desodorante o maquillaje cada mañana, sin embargo podemos recurrir a
lo natural y casero de vez en vez. En lo
personal si existen productos que prefiero sean creados por expertos, como los cosméticos,
perfumes y desodorantes, por el tema conservadores y efectividad, pero sí que
de repente me da por adicionar el shampoo con frutos triturados o aceites, o mezclar
día sí y día no las mascarillas de pelo y piel, o las velas con esencia; ya que
para mí un buen día de spa debe tener velas aromáticas, música linda,
mascarilla para pelo, depilación, exfoliación, mascarilla facial y maquillaje
de uñas.
Pero en la red y en la creencia popular existen recetas que
no a todos nos sientan bien, como el caso del limón para blanquear y exfoliar,
si es efectivo pero su uso requiere muchos cuidados ya que el contacto con el
sol puede ser fatal, o el uso de la canela en pieles sensibles que puede causar
irritación, o el uso de ciertos aceites
en cutis graso, con acné o cueros cabelludos con extrema producción sebácea (ósea
grasoso), o los exfoliantes demasiado abrasivos como la semilla de papaya que
puede ser muy irritante para pieles sensibles y propagante de acné en cutis con
esa tendencia o el uso de la cera en zonas delicadas o a temperaturas
inadecuadas.
Así que cuando queremos iniciar la aventura natural y casera
en un ritual de belleza lo primero que debemos hacer es identificar nuestras
necesidades y características, que tipo de piel tenemos, si somos alérgicos a algún
ingrediente o si los ingredientes se encuentran en las condiciones de caducidad
pertinentes, y si es alguna receta nueva primero hacer una prueba de
sensibilidad y estar muy al pendiente de
los tiempos requeridos.
Cada uno tiene sus formas de relajación y para pasar una
experiencia relajante no es necesario gastar demasiado, pero si estar consciente
de lo que necesitamos y como lo
utilizamos, ya que las mismas medidas de seguridad que tenemos con los
productos naturales también las debemos tener con los procesados, pues las
formulas están creadas para tener acciones específicas y si no eres tan creativa
como para realizar tus propias mezclas la opción procesada también te puede dar
satisfacción. Yo recomiendo leer todas las instrucciones, consultar opiniones
de otras personas que ya hayan utilizado estos productos, usar protector solar si te haces algún tratamiento en la piel y si tienes problemas más complicados o crónicos, lo primero es consultar a un especialista.
Teniendo en cuenta todo esto espero se den la oportunidad de
probar, experimentar y consentirse un
poco para restaurar los estragos de la vida cotidiana, la contaminación, el estrés
y el descuido.
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